Javier Siro, por Jorge Nicolini
Entre 1991 y 1994, Javier entrenaba en Prac Paddle con Jorge Nicolini. Casi diez años después, el actual presidente de la Asociación de Profesionales de Padel explica en el especial de Padelcenter.com por qué era tan difícil separar lo técnico de lo mental en un jugador como Siro.
JAVIER SIRO "su juego y su personalidad"
Como parte de un recordatorio de Javier, en particular de la parte técnica, es muy difícil de separar su personalidad de su juego. Es muy claro en todos los deportistas ser coherentes entre estos dos aspectos, sin duda la forma de encarar el juego es la misma en que encara su vida cotidiana.
Por eso, la característica mas importante de su juego era la personalidad, básicamente agresiva, frontal y sin guardar nada, jugándosela hasta el final y jamás dándose por vencido.
Todo rival que lo haya enfrentado, seguramente sintió ese planteo de lucha hasta el último punto y soportó los embates de un "tornado" dentro de la cancha., esa clásica "volcada" a los pies, subiendo a la red detrás del golpe, lo han sufrido muchos de los rivales, para luego tener que aguantarse la volea que viniera. No solo era lo agresivo de su juego, sino la actitud y cambio de ritmo de sus desplazamientos, que lo hacían llegar con un "traslado de cargas" ideal, lanzándole todo el peso del cuerpo a esa volea siguiente.
En la actualidad se conocen algunos jugadores agresivos desde la derecha de la cancha, pero no en la medida de la velocidad que le imprimía Javier al juego. Todo rival sabía que los tiros veloces no solo venían del sector del revés, sino también de la derecha. La bandeja y víbora le "corrían" como a pocos, acelerando aún más la próxima, complicando una devolución tras otra del defensor.
Efusivo fuera de la cancha, era correspondido por sus festejos, que hasta le valieron la tapa de una revista de ese clásico "grito de guerra" celebrando un punto, que estremeció a más de un contrario haciéndolo sentir disminuido y "apichonado" por el "peso de su camiseta", como se dice comúnmente.
Como decía sobre la correspondencia de su forma de ser fuera y dentro de la cancha, con esos festejos "alocados", que se lo ha visto luego de triunfos muy importantes con la "cabeza rapada" y en "chapuzones" en los lagos de Palermo en pleno invierno.
Muchos chicos pudieron ver su pasión en cada entrenamiento, su especial atención en todos los aspectos referidos al descanso, cuidado y comidas, como el mejor profesional. Solo había que ver su bolso paletero perfectamente ordenado y la ceremonia de la colocación del cubre grip, que llamaba poderosamente la atención por la dedicación, que sin duda era la traducción de su juego, en cuanto a lo técnico y táctico.
Su juego desfachatado y "compadrón" lo juntó con algunos habilidosos del lado del revés, haciéndole pasar algunos "desconcertados momentos" dentro de la cancha a contrarios sorprendidos por esa rara combinación de habilidad y velocidad.
Hablar de un jugador con respecto a sus virtudes técnicas, luego de unos cuantos años en el deporte, puede ser frecuente y hasta a veces simple, pero en el caso de Javier, no se puede hablar de "globos y voleas" porque la "pimienta" la ponía él, y solo él. |