Octavos
de final - día sábado, segunda
jornada
Antes
que nada, un destacado de los 16avos de
final, protagonizado por los juveniles Vazquez-Sandoval
y enfrente, una pareja que arrancó
de atrás y ganó dos partidos
antes de llegar a este compromiso. Sandoval-Vázquez
impusieron su juventud y pasaron a octavos
derrotando a Savransky-Perilli por 3/6 6/3
7/6.
Después de varios idas y vueltas,
el tercer set parecía haberse definido
para Caíto Perilli y Marcelo Savransky
cuando se pusieron 4/1 y ventaja para ir
a sacar 5/1 pero no pudieron aprovechar
el momento, y les costó caro: los
chicos ganaron cuatro games seguidos para
ponerse 5/4 y sacar ellos para partido,
pero sintieron el peso de la definición,
y con un par de no forzados dejaron pasar
la oportunidad.
Conservaron
el saque hasta el seis iguales. Parecía
que Savransky-Perilli iban a imponer experiencia
para ganarse el premio de volver a enfrentar
a Gáttiker (como en Teléfonos),
pero es sabido que cuando se llega a un
tie break en el tercero, el partido puede
ser para cualquiera.
Sandoval-Vázquez volvieron a poner
las cosas en su lugar y se llevaron la definición
por 7/4 después de dos horas y media
de partido.
Ovide/Daus a Quinteros/Lafont
por 6/2 6/3
Intentando
imponer un juego veloz y aprovechando los
errores de sus todavía muy fríos
rivales, Quinteros-Lafont amagaron con dar
sorpresas en octavos y arrancaron 2-0 (y
con ventaja para quebrar y quedar 3/0) en
el primer set frente a Ovide-Daus. Sin embargo,
Rodrigo y el Negro no demoraron demasiado
en ponerse la ropa de favoritos y dieron
vuelta la historia rápidamente para
llevarse el primer set por 6/2.
Ovide-Daus, luego de dos muy malos primeros
games, ganaron todos los duelos de volea
y comrenzaron a defender con más
solidez, para imponer la diferencia y sacar
de partido a sus rivales.
A
pesar del resultado adverso, muy bueno lo
de Sebastián Lafont y Andrés
Quinteros, quienes les hicieron frente a
los favoritos sin escaparse del partido
en ningún momento.
En el segundo set las diferencias se mantuvieron
intactas, y los perdedores siempre intentaron
dar pelea, pero rápidamente se encontraron
sacando 1/4, y ni la potencia de Andrés
Quinteros pudo revertir lo que ya se suponía
una clara derrota en dos, finalmente por
6/2 6/3.
D.Siro/Briner
a Castro-Zunino 6/1 5/7 6/4
Mucha
tensión del lado de Castro-Zunino
en el arranque, y una ventaja prematura
de 3/0 para Siro-Briner, aprovechando que
sus rivales no estaban mostrando el nivel
que los llevó en Teléfonos
a quitarles un set nada menos que a Roby
Gattiker y Mariano Lasaigues.
El primer game directamente no se jugó:
fue una sucesión de errores no forzados
que marcaron el inicio del partido hasta
el tercer game. Recién allí,
Zunino-Castro mostraron una leve recuperación
ganando sus saque y fortaleciendo la defensa
ante una pareja que apuraba desde todos
los sectores de la cancha.
Con
el saque de la Gata Briner, Zunino-Castro
tuvieron cinco ventajas para quebrar, todas
desperdiciadas, y cambio de lado en 1/4.
Pali y Facundo volvieron a perder el saque,
(junto con la confianza que intentaban recuperar),
y en pocos minutos, Diego Siro no tuvo inconvenientes
en confirmar el set con su saque, para 6/1.
Para el segundo, Zunino-Castro salieron
decididos a no irse tan rápido del
partido y mantuvieron su saque en base a
despliegue físico y concentración
hasta el 2/1. Diego Siro ganó su
saque para igualar en 2, y el partido ya
era otra cosa, tenía vida. En el
2/3, con el saque de Gustavo Briner, se
vieron los mejores puntos (y no era para
menos, el partido decidía por entonces
si se definía rápido o se
tomaba su tiempo), pero Briner-Siro lograron
definir mejor cada uno de ellos para igualar
3/3. Zunino tomó las riendas del
game siguiente y con altura mantuvo el saque
de Castro para salir 4/3. Briner siguió
molestando más con la bandeja paralela
que con la definición y Siro aplicó
toda su experiencia, para que el set continúe
sin quiebres hasta el 5/5.
Algunas
imprecisiones de Castro contrastaron con
el buen juego que él mismo y su compañero
sostenían a esa altura del partido,
pero igualmente volvieron a mantener y salieron
6/5 arriba. Y luego, tal como había
sucedido en Teléfonos contra Gattiker-Lasaigues,
luego de un 1/6, Zunino-Castro resucitaron
y se llevaron el segundo set por 7/5. Lo
que se vio en el tercero fue una durísima
lucha por la supervivencia, en la que Zunino-Castro
pegaron primero para ponerse 2/0, pero enseguida
fueron quebrados y otra vez llegó
la paridad en 2. El despliegue de Zunino
(con un calor inhumano en el recinto) era
extraordinario, corriendo la cancha de lado
a lado mientras era movido por sus rivales.
Vino el quiebre a favor de Siro-Briner y
con los cuatro jugadores muy cansados por
el esfuerzo y el calor, llegó el
momento de la definición por 6/4.
Cuzzilla-Perez
a Chozas-García 6/2 3/6 6/4
Un
clásico (al que le faltaba el Chino
Muñoz, habitual compañero
de Chozas) y un duelo de dos drives zurdos
que se conocen demasiado. Arrancaron Cuzzilla-Pérez
con ventaja de 2/0, que les dio cierta comodidad
para pelear un partido muy parejo, en el
que los toques en la red (especialidad de
Maxi Perez y también de Pablo García)
contrastaban con la potencia de Cuzzilla
en cada smash, o con la velocidad de Fabián
Chozas. Llegó un nuevo quiebre y
el set estaba 5/2, para que Cristian y Maxi
definan sin problemas.
En el segundo, las cosas cambiaron y se
repitió la historia del quiebre prematuro
para 2/0, pero esta vez a favor de Chozas-García,
quienes luego mantuvieron para llegar al
5/2, un calco (opuesto) del primer parcial,
que finalmente terminó en 6/3 y obligó
a un tercer set. El partido fue creciendo
en velocidad e intensidad, y del frío
del primer parcial, se pasó al otro
extremo, para un caliente tercer set en
el que Cuzzilla parecía el más
enchufado, bien acompañado por Maxi,
jugando ambos las pelotas más acertadas
en cada oportunidad. Como en los sets anteriores,
la historia se repitió, pero esta
vez encontró a Cuzzilla-Pérez
arriba por 3/0, con Cristian pegando desde
cualquier lado, y Maxi metiendo todo.
Al
borde de pasar a cuartos, Maxi Pérez
fue a sacar 5/3 para llevarse el set y partido,
pero con un dato de planilla que hacía
dudar: de cinco veces que había sacado
en el partido, a Maxi le habían quebrado
dos. Sin embargo, la presión fue
buena y enseguida quedaron 40-0, con Chozas
intentando levantar a su compañero,
quien dejó la última bola
en la red. El clásico fue para Cuzzilla-Perez
(quien terminó el partido desgarrándose
la ropa, en cumplimiento de alguna extraña
cábala divertida, pero cara).
Gattiker-Jardim a Vazquez-Sandoval 6/1
6/3
En el último partido de octavos,
la inusual pareja entre el mítico
Roby Gattiker y Marcelo Jardim, número
uno de Brasil, venció a los juveniles
y fatigadísimos Juan Manuel Vazquez
y Daniel Sandoval, quienes, como se dijo,
acababan de jugar horas antes 2 horas y
media para llegar a esta instancia. Los
ganadores impusieron su personalidad, capacidad
y experiencia contra los chicos que hicieron
un gran papel en este torneo, y se despidieron
jugando puntos de alto nivel contra dos
jugadores excepcionales.
Los juveniles empezaron con la idea de
volcar el juego sobre Jardim, buscando esquivar
al eterno, pero no tuvieron suerte: el brasileño
se mostró muy sólido atacando,
definiendo desde cualquier lado, inclusive
cubriendo más de la mitad de la cancha,
aunque estuviese jugando de drive. Y las
pocas veces que lo apuraron en el fondo,
respondió muy bien. La duración
del primer set marca la diferencia: en 15
minutos, 6/1 para Marcello y Roby. Para
el segundo entró más en juego
Roby, y los chicos tiraron el resto para
conseguir jugar algunos puntos más
parejos, pero sin llegar a poner en duda
en ningún momento quién mandaba.
6/1 y 6/3 en apenas 35 minutos de juego.
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