Sebastián
Nerone, campeón del mundo
"Yo podría decir que separé
a
Lasaigues-Gattiker"
Gana
todo y se ha convertido en el indiscutido número
uno del mundo, luego de un liderazgo monopólico
de años a cargo de Alejandro Lasaigues. En el
año del mundial, con todo a favor y en su mejor
momento, Sebastián Nerone habló con Padelcenter
sobre toda su carrera. En esta primera parte, sus comienzos.
Entrevista
de Guillermo
Russell
¿Desde
cuándo jugás al padel?
Sebastián Nerone: Desde el ´90, cuando tenía 14
años. Empecé como un hobby, como empezaron todos cuando
esto explotó, como una moda. Era chico y jugaba tenis
con paleta. Me llevó mi viejo.
¿Nito
Brea era tu profesor de tenis con paleta?
SN: Sí, es más, mi papá era profesor de Nito de
tenis con paleta, o sea que Nito me conoce a mí desde
que nací. Jugaba en Comunicaciones, y como mis amigos
eran de ahí, no quería empezar a jugar al padel. Yo
vivía adentro del club, y salir a hacer otro deporte
afuera me iba a sacar horas del club.
El primer torneo en el que me anoté fue con mi papá.
Me anoté en 5º y me sacaron de la categoría, o sea que
empecé jugando en 4º. En esa época, que había mucha
gente, había que ganar seis o siete partidos para llevarse
el torneo, era tremendo. El primero fue en San Andrés,
de ahí, de a poco, fui compitiendo en metropolitanos,
nacionales, me enganché en las categorías por edades
y fui creciendo. Ahí Nito fue quien me fue guiando,
fue mi primer entrenador. Hasta que llegué a primera
profesional.
La Primera vez que entré fue en agosto del ´93, en Mendoza,
y dejé de ir al viaje de egresados con mis compañeros
para ir a jugar ese torneo. Mi primer compañero, con
el que jugué el torneo de Mendoza, fue Pablo Torreira,
y en el primer partido perdimos 7-6 en el tercero con
dos mendocinos, después de pasar pre-qualy y qualy.
En ese momento, las qualies eran muy duras, con jugadores
como Grabiel, Rincón, Cota Ruzsel, que daban un nivel
muy alto.
En los primeros nueve torneos que entré a campeonato
no gané un solo partido, perdí todos en primer ronda
luego de pasar la qualy. El primero que gané fue en
Morón con Fernando Verdecchia, y perdimos en segunda
ronda con Pittaluga-Echegaray. Fue mi primer partido
ganado en la cancha de blíndex, que me volvía loco.
No me podía acostumbrar, me picaba diferente, sentía
que yo era de madera. Le tenía pánico y sentía que me
había atrapado la situación.
Ya después fui mejorando. Conseguí mantener un compañero
estable, que era Sebastián Grandinetti, que fue con
el que hice mi primer aparición fuerte. Jugamos un año
y medio, casi dos, hasta que Seba se lesionó la rodilla.
No ganamos un solo partido fuerte, pero a todos los
tuvimos en jaque.
A Sanz/Díaz los tuvimos 6-1 y 5-1 y perdimos, a Siro/Novillo
6-4 y 5-3 y perdimos también. El primer torneo que ganamos
fue el primer challenger de 30 puntos que se hizo. Fue
en De Urquiza y le ganamos en semis a Pinto - González,
que era un parejón para un torneo de 30 puntos, y la
final a Padovani con el "Cheto" Varela. Ahí hicimos
el click y saltamos. Enseguida que se lesionó Grandinetti
empecé a jugar con Sebastián Pinto. Con Grandinetti
habíamos llegado dos veces a cuartos y nunca habíamos
entrado de ocho ni de casualidad, y el primer torneo
que juego con Pinto, que fue en el Centro Asturiano
en el ´95, en el último Grand Slam (que ganaron Lasaigues/Gattiker
como todos los Grand Slams), llegamos a semis.
Salimos
de ocho, les ganamos en cuartos a Damián Diez con Leo
Padovani, que venían de ganarles a Siro/Novillo, y en
semis perdimos con Auguste/Sanz. Increíble. Nunca había
llegado tan lejos. Encima perdimos 6-3 en el tercero,
no es que nos molieron a palos.
Ahí, con Pinto, fue donde me consolidé para salir de
ocho. Él estaba diez y me subió, yo todavía venía remando
de abajo. El segundo que jugamos juntos, metimos semis
de nuevo en Chaco, que perdimos con Reca - Rovaletti
7-6 y 7-6, y le ganamos en cuartos a Sanz/Auguste.
En esos dos torneos sumé un montón de puntos, y nos
consolidamos. También empezamos a jugar mejor y nos
tenían más respeto. Lo que tengo para destacar de ese
momento es que gané todos los partidos que tenía que
ganar, y contra los que jugaban mucho mejor la peleábamos.
Por ahí jugaba diez partidos de ese tipo, y ganábamos
dos, pero me servía para ir conociéndolos.
¿Cuándo
entraste al Top Ten?
SN: Ahí con Seba Pinto estuve cerca. Jugué cinco
meses con él nada más, pero teníamos unos resultados
de locos. Pegamos tres semis seguidas, los dos de las
que hablamos (Centro Asturiano y Chaco) y después Villa
Devoto, donde les ganamos en cuartos a Siro/Novillo.
Cuando habíamos jugado seis o siete torneos con Seba,
se separan Siro/Novillo (en octubre de ese año) y Javier
me dice de jugar con él. Yo lo pienso mucho, lo consulto
mucho con Nito, porque me daba miedo. No dudaba de Javier
como jugador, porque me encantaba, además era un atorrante
dentro de la cancha (encima, después termina siendo
amigo mío, el jugador con el que mejor me llevo en el
circuito argentino), pero con Pinto venía bien, con
buenos resultados. Lo que pasaba era que Javier tenía
más chapa, muchos resultados.
Seba era un jugadorazo, completo, con todos los golpes,
Javier era un poco más limitado, pero con más capacidad
de sacrificio. Hacíamos preparación física todas las
mañanas, era una locura. Me veía con Javier más que
con mi novia. Doble turno casi todos los días. Con Seba
Grandinetti nos asentamos y metíamos todos octavos y
de vez en cuando algún cuartos. Con Pinto llegó un momento
que metíamos todos cuartos y alguna semifinal, y con
Javier metíamos todas semis. Ya nos consolidamos para
salir de pareja tres o cuatro.
Estaban Lasaigues/Gattiker, Auguste/Lasaigues, Sanz
con su compañero de turno, y nosotros. Metíamos todas
semifinales y de vez en cuando alguna final. Perdimos
un solo partido en cuartos, y fue porque yo me lesioné
en el pecho, jugando con Gutiérrez/Grabiel. Con Javier
jugamos dos años, realmente muy buenos. Ahí fue que
le gané por primera vez a Lasaigues/Gattiker. Yo podría
decir que los separé a Lasaigues/Gattiker, porque el
último torneo que jugaron perdieron con nosotros, y
después no jugaron juntos, hasta la etapa actual.
Cuando
empezaste, ¿Lasaigues/Gattiker era tu referente, o solamente
la pareja a vencer?
SN: Era la pareja a vencer. Mi referente era Sanz.
Me gustaba mucho, lo veía como algo inalcanzable, tenía
un estilo inalcanzable, muy talentoso. Tiraba todo,
jugaba con la mano, y yo no lo podía hacer ni de casualidad,
ni lo practicaba.
Sanz
era el "Jogo Bonito"...
SN: Claro, Sanz tendría que haber nacido brasileño.
Tiene todas las características para serlo. En el mundial
de menores veía a los chicos y se notaba cuáles eran
brasileños por cómo jugaban, unos fenómenos. Otro que
me gustaba era Cubas. Yo en Cubas me veía más reflejado,
porque Cubas era una mula. Le pegaba con la paleta de
madera y la traía, no quiero ni pensar lo que sería
hoy con la de goma. Era muy potente. |