"No
me dejaría ni loco
afuera del equipo del mundial"
Aunque
para muchos es solamente "el menor de los Lasaigues",
Mariano (Maru para todos) tiene demasiados méritos
acumulados en su carrera como para haber adquirido peso
propio. Juega en España durante casi todo el
año y a fin de 2001 jugó en la Argentina
como para recordar que está bien activo y que
jamás perdió sus condiciones. En este
nuevo reportaje de Padelcenter.com, analiza su carrera,
el estado actual del padel internacional y el futuro
más cercano: el mundial de México.
por:
Guillermo Russell
Padelcenter.com
¿Cómo empezaste en
el pádel?
M.L.: Primero fui jugador de tenis, desde los ocho hasta
los diecisiete o dieciocho más o menos, ya mi
hermano jugaba al pádel y mi viejo había
fundado Master; viste como ve un jugador de tenis a
un jugador de pádel, que es un jueguito y todo
eso...
¿Y vos tenías esa
idea, a pesar que tu hermano ya jugaba?
M.L.: Sí, yo estaba cien por cien en el tenis,
y mi viejo me decía ... vos tenés
que jugar con tu hermano, tenés que ser jugador
de pádel..., y yo le decía que no.
Igual fui a jugar un par de veces. Es más, fui
a jugar con mi hermano un torneo en La Arboleda, creo
que en el ´89, y nos peleamos. Creo que jugamos
en segunda, y el segundo partido no me presenté,
no quería jugar.
Después, en el ´91, que había dejado
de jugar al tenis y estaba trabajando, salió
la posibilidad de empezar a jugar al pádel. Jugué
ese año con Paul García Navarro, después
jugué con Siro, con Pizzolo, y a fines del ´91
Horacio, que era la pareja número uno con Ale,
tuvo una periostitis que lo dejaba parado por tres o
cuatro torneos, Ale jugó el primero con Diógenes
en La Plata y perdieron en semis, y después me
dijo a mí de jugar, jugamos tres torneos y los
ganamos los tres, después dio la casualidad que
se lesionó Cubitas, entonces jugué con
Sancho y también gané tres torneos más,
incluyendo el Master ´91, después jugué
con el Bebe y ganamos dos torneos, incluyendo el Master
del ´92 en el Lawn Tennis.
A partir de ahí me consolidé con el Bebe,
empezamos de cuatro y enseguida subimos al tres, atrás
de Roby y mi hermano y peleando mucho tiempo por el
dos con Javier y el Pali, hasta agosto del ´93
que los pasamos, quedamos de dos, y en octubre del ´96
los pasamos a Ale y Roby.
Me peleo con el Bebe y no jugamos más, empiezo
a jugar con Sancho, con quien quedamos de dos y nos
fue bastante bien. Después jugué con Roby,
ya en el ´97.
En octubre de ese año tenía ganas de dejar,
estaba cansado, además no quería viajar
porque tenía miedo a los aviones, así
que me fui a vivir a México y colgué.
Volví acá y salió la posibilidad
de irme a vivir a Brasil, para jugar y dar clases, y
me quedé como cinco o seis meses allá.
En el ´99 jugué con Fer Poggi, aunque ya
estaba casi retirado de nuevo, y me sale la posibilidad
para ir a jugar la gira de verano de España con
el Bebe, vuelvo a jugar allá y, la verdad, estaba
totalmente desentrenado. Para esa gira entrené
quince días en el CENARD, traté de hacer
lo que pude. Sin embargo jugamos seis torneos y ganamos
cuatro, perdimos uno en la final y el otro en la semifinal,
nos fue muy bien. Ahí me vino a hablar Chema
Montes para jugar en el 2000 con él y le dije
que sí, que no tenía problemas, arreglamos
un par de cosas y me fui a vivir con el Bebe en marzo
del dos mil.
¿Y por qué no con
el Bebe?
M.L.: Es que ya había restricciones como para
jugar dos argentinos, además es más fácil
entrar con un español que ya tiene contactos.
Lo que tenés que arreglar es a nivel sponsor,
tener un dinero asegurado para estar más tranquilo,
y en ese momento Chema estaba número uno, tenía
buenos sponsors, y a mí me cerraba mucho ir con
él.
¿Por qué fue la separación
con el Bebe?
M.L.: Perdimos la motivación, en el ´94
perdimos el mundial de Mendoza que prácticamente
teníamos ganado, en el ´96, que ya no estábamos
tan bien pero conseguíamos buenos resultados,
fuimos a Madrid con la motivación de ganar para
seguir, y perdimos en semifinales un partido que no
tendríamos que haber perdido, con Semprún/Piñón.
Al otro día volvimos a jugar por equipos y les
ganamos. Después volvimos acá, jugamos
dos torneos con los que llegamos a uno en Argentina,
pero sentí como que se había roto algo,
y decidí no jugar más.
¿Influyó que era
un mal momento para el pádel?
M.L.: Sí, también. Perdías la motivación,
yo quería buscar otro compañero, arriesgar
un poco, como que lo tenía todo muy seguro. Y
bueno, después entré en España,
totalmente distinto, otro nivel, y jugué con
Chema desde el 2000 hasta agosto del 2001, que cambié
con Piñón, y en el 2002 sigo jugando con
él.
¿Por qué el cambio?
M.L.: Porque sentía que tenías ganas de
cambiar, no teníamos ni buenos ni malos resultados,
y para estar en el medio prefiero arriesgar. Me gusta
como juega Piñón y bueno, cambié.
¿Y en ese cambio cuánto
influyó que Piñón con Demianiuk
no hayan tenido un buen año?
M.L.: Alberto ya me había dicho más o
menos en junio que quería jugar conmigo, yo estaba
medio comprometido con Chema, pero se tendría
que haber cambiado en ese momento, a mí me beneficiaba
mucho más...
¿En juego?
M.L.: No, a nivel económico, tardé un
poco, yo quería esperar hasta fin de año,
pero llegó un momento que estaba muy saturado,
así que en agosto cambié. Y estoy muy
contento, Alberto es un muy buen jugador, me siento
muy cómodo jugando con él.
¿Cuál es la deuda
pendiente que tenés en tu carrera?
M.L.: Mundial, sin dudas.
¿Y apuntás a eso
en México?
M.L.: Siempre apunto a eso, sé que este año
vamos a estar en el equipo, pero en sí, lo que
más le importa a un jugador como logro personal
es el Open, no el por equipos. En el ´94 estuve
muy cerca, íbamos 4/1, ó 6/5 con el saque
en el tercero, y perdimos en el tie break. Desde ahí
me quedó una espina clavada, y espero que este
año se me dé... ese torneo fue muy bueno,
estuvo muy lindo, 4500 personas metidas en una burbuja...
¿El furor de hoy de España
se puede comparar con esa época de Argentina?
M.L.: No, acá fue una locura, entre el ´91
y el ´93 fue una locura.
¿Cuánto te marcó
Alejandro en tu carrera, por el hecho de ser tu hermano
y por haber sido tanto tiempo dos atrás de él?
M.L.: Mi hermano siempre hizo mucha fuerza para que
yo juegue al pádel. A fin del ´91, que
Horacio estaba muy bajo, me acuerdo que le gané
por primera vez, jugando con el Bebe. Fue en Mendoza,
y me sentí muy mal, me daba cosa ganarle... después
se me pasó, y resultó que me gustaba mucho
jugar contra él, porque pese a que éramos
hermanos, adentro de la cancha teníamos una rivalidad
terrible. Me molestaba mucho su juego, pero siempre
jugué a ganarle, aparte éramos las dos
primeras parejas, y el resto del pelotón estaba
más atrás, entonces era como un reto constante
jugar contra ellos, hasta que ellos empezaron a bajar
y en el ´97 los pasamos. Sí, era terrible,
nos gritábamos en la cara y todo, pero después
se terminaba el partido y listo.
¿Te molestaba que te pregunten
tanto por ser el hermano de Alejandro?
M.L.: No, era lógico, porque él tuvo muchos
más años de pádel que yo, yo entré
en el ´91 y él estaba desde el ´86...
tampoco te podés pelear contra el mundo.
A mí lo que me importaba era concentrarme en
mí mismo y no en lo que decía o pensaba
la gente. Aparte yo estaba, y lo estoy, contento con
mi vida, siempre quise ser deportista, intenté
con el tenis y no llegué porque decidí
dejar por saturación, pero lo logré con
el pádel. Lo que la gente pensaba era lógico,
que yo era el hermano de, pero también
por él estoy acá metido, porque yo sólo,
quizá no hubiese dado el primer paso.
¿Cuál fue el torneo
que más te llegó?
M.L.: El Master del ´91, en Parque Sarmiento,
por el marco que había, era el momento que explotaba
el deporte, además yo venía de estar muy
abajo y de repente en dos meses me cambia la vida, de
estar 57 en el ránking, en dos meses ya estaba
8, entro al Master que era televisado por América
en directo, era una locura. Juego el Master con Sancho,
llegamos a la final, y encima le gano a mi hermano.
Encima era la copa de mi viejo, un homenaje que le hacían...
mi hermano jugó la final con Horacio y fue una
satisfacción terrible, creo que fue el mejor
torneo.
También tengo que nombrar el mundial del ´94,
pese a que no lo gané, me gustó jugarlo,
el ambiente.
¿Tenés alguna persona
a quién admirás en el pádel?
M.L.: No, en el pádel no.
¿Y cuando empezaste?
M.L.: Sí, mi hermano. En el ´91, cuando
empecé, iba a entrenar con él y me daba
consejos, él me ayudó siempre y era la
persona que le hacía caso. Igual siempre fui
de ir a lo mío.
¿Y en ese momento entrenabas
sólo con tu hermano o tenían un equipo?
M.L.: En el ´92 teníamos Preparador Físico,
entrenador, gente que nos buscaba sponsors, de todo.
¿Y quién fue tu primer
entrenador?
M.L.: Tuve varios, en el ´92 tuve mucho tiempo
a Ernesto Tojo, como preparador físico tuve a
Pablo Pena, después a Carminatti, que es un fenómeno...
tuve varios.
¿Y hoy?
M.L.: En España entrenaba con mi compañero,
y a partir del 2002 voy a trabajar con el entrenador
y el PF de Piñón.
¿Quién fue el compañero
que más te marcó?
M.L.: El Bebe, porque jugué seis años
seguidos. Más allá de formar una pareja
con lo que me iba muy bien en lo deportivo, hoy en día
yo tengo una amistad con Hernán afuera de la
cancha, cosa que es muy importante en este deporte...
Sí, con el Bebe era como que el negocio funcionaba
y la amistad también, estaba todo bien. En ese
momento las cosas se fueron saturando, pero hoy soy
más amigo de él que cuando jugábamos
juntos.
Cuando jugábamos nos matábamos adentro
de la cancha, cuando perdíamos andábamos
cerca de agarrarnos a trompadas, pero bueno, eso es
parte de una pareja también.
¿Sos calentón adentro
de la cancha?
M.L.: No, soy tranquilo, pero no me gusta que me jodan.
¿Qué decide en tu
carrera, el factor comercial o el factor deportivo?
M.L.: Hoy en día es mucho comercial, digamos
sesenta por ciento. Los argentinos estamos muy atados
en España, y eso nos condiciona. El hecho que
en España no salgan jugadores nuevos, hace que
tengan que poner restricciones para que el torneo no
sea como si fuese en Argentina.
¿Y en lo que hace en la
elección de los torneos o las exhibiciones a
jugar?
M.L.: Eso ya depende de las ganas que tenga, yo le doy
prioridad al circuito español, que es el que
me da de comer, después, para jugar en México
o Argentina soy muy selectivo, por ejemplo en el 2001
estuve ocho meses jugando en España sin salir,
y pude jugar en Argentina o México... para los
Internacionales de México había buena
plata y casi voy, pero después, pensándolo
bien, no quise. Por más que ganaba plata, preferí
quedarme en Argentina descansando, y jugar los torneos
que hubo a fin de año.
¿No le haría bien
al pádel profesional que haya un circuito mundial?
M.L.: Sí, pero es difícil juntar la plata
para un torneo. Hoy estarían en condiciones España,
México, y quizá Argentina, con mucha voluntad,
para el resto es muy difícil. Por ejemplo el
año pasado nos llegaron mails para invitarnos
a un torneo en Italia, que conseguían un montón
de plata, y después resulta que iba siendo cada
vez menos. Y es lógico, si en Italia el pádel
no es tan conocido, es difícil que se puedan
juntar los treinta mil dólares necesarios para
hacer un torneo.
¿Quién fue el mejor
jugador del año pasado?
M.L.: Creo que no se puede hablar de un jugador, hay
que hablar de parejas, y para mí la mejor pareja
fue el Bebe y Juan. Ganaron un montón de torneos,
marcaron la diferencia. Además del Bebe y Juan,
se destacaron Reca/Nerone y Bela/Semprún
¿Esas tres parejas marcaron
mucha diferencia con el resto?
M.L.: No, creo que la diferencia la marcaron el Bebe
y Juan. Después hay una diferencia marcada entre
las ocho parejas del circuito español con el
resto.
¿Qué le falta al
pádel español para tener el nivel de Argentina,
y qué le falta al argentino para tener los torneos
de España?
M.L.: En el pádel español lo que falta
es hambre, están muy bien económicamente
y los chicos lo toman como una diversión, además
me parece que los argentinos tenemos más sangre.
Los ves cuando se juegan los mundiales, te das cuenta
la sintonía de un equipo y de otro, ellos van
a jugar y nosotros vamos a ganar.
Y a nosotros, para tener los torneos que hay en España,
nos falta estar cerca del mundo, ser europeos. Además
de no tener tanta corrupción en el país.
¿Cómo formarías
el equipo para el mundial?
M.L.: Formaría casi el mismo de Francia, en la
uno el Bebe y yo, en la dos Reca-Nerone, y en la tres
lo pondría a Roby con Cristian.
¿Dejás afuera al
Bela?
M.L.: No, claro, el Bela adentro, lejos.
¿Y Maxi y Gastón?
M.L.: Sí, a ellos se los tiene que contar, porque
estuvieron apoyando el circuito todo el año...
¿Y a quién sacás?
M.L.: A mí, seguro que no. Inclusive una de las
razones por las que jugué los torneos de fin
de año era porque el hecho de no haber jugado
en Argentina podía influir en la formación
del equipo.
¿Y tendría que elegir
un capitán o tendría que ser por ránking?
M.L.: Creo que debería ser el capitán,
siempre fue así y está bien. Con el Bebe
en el ´92 nos comimos un garrón terrible,
Diógenes era capitán del equipo, nosotros
estábamos de pareja tres y nos dejó afuera
y los puso a Sanz y Cubas porque tenían más
experiencia.
Como le pasó a Belasteguín/Demianiuk
en el 2000...
M.L.: Si, y quizá este año le toque a
Gastón o Maxi comerse el garrón, como
nos pasó a todos alguna vez. El capitán
va a hacer siempre un equipo para ganar, tiene que hacer
un equipo competitivo y no por números.
¿Influye en un capitán
la parte económica para armar un equipo?
M.L.: Es que a nivel económico el equipo argentino
no tiene apoyo.
Igual no influye, si yo soy sponsor y quiero patrocinar
un equipo, lo dejo al capitán que haga el equipo
porque quiero ganar.
¿Pero si el sponsor lo trae
un jugador?
M.L.: Siendo capitán no lo pondría, porque
si no lo mandaríamos a Pepito a buscar sponsor
y Pepito juega en la uno. Y siendo jugador, le daría
el sponsor al equipo pero no pediría nada a cambio,
no quiero que nadie me regale nada. Si me gano un puesto
que sea porque me lo gano transpirando, y no porque
quiero ir a figurar.
Teniendo en cuenta que en el equipo
argentino hay pocas figuras ¿no te parece que
por este mundial serviría que el equipo se elija
por ránking, para darle importancia?
M.L.: Mirá, nosotros salimos campeones en el
´92, ´94 y ´96, y no hubo ninguna
repercusión. Es más, en el ´98 se
pelearon la APP con la APA, se armó un equipo
que perdió el mundial y tampoco hubo repercusiones,
y pienso que este año va a pasar lo mismo. Si
salimos campeones, no va a venir Coca Cola a armar un
circuito.
¿Cómo encarás
el 2002?
M.L.: Mi meta concreta es estar entre las cuatro parejas,
y ahí empezar a escalar, todo lo que se pueda.
¿Quiénes son los
candidatos para este año?
M.L.: Y, Bela y el Galleguito... |