El 2010 nos encontrará unidos? O quién sabe cómo...Mejor dicho, nos encontrará. Clasificado: Deporte convulsionado busca algo de paz...[+] |
(Buenos Aires, 7 de diciembre de 2009. Por Uri Leczycki, de la Redacción de Padelcenter.com) Claro que es probable que el diagnóstico deba hacerse en un contexto del que hoy ya nadie puede aislarse. En este bendito país, y sobre todo en la Gran Ciudad, el estrés ya pasó a ser moneda corriente. Lo que antes habría llamado la atención (ey, a éste algo le pasa) hoy ya pasó a ser el estándar de "lo normal". Y el cambio paradigmático nos dejó a todos con una carga estática que te para los pelos, con un temblor a flor de piel que ya parece natural.
Inmerso en esta bomba de tiempo que todos conocemos como estilo de vida actual, aparece el pádel. Con su corta-larga historia, su auge, su caída, su levantada y su volcánica actualidad. Su leyenda, su realidad. Un coloso con corazón de magma fundido presionando para explotar en cualquier momento. Explotar en todos los sentidos.
En el mejor: explotar -al fin- en masividad y desarrollo internacional. En el peor: simplemente explotar: pum.
Verbos mágicos que pueden deshacer el hechizo:
Respetar
Escuchar
Construir
Reconocer
Analizar
Compartir
Disfrutar
Reflexionar
Proponer
Aflojar
Abrir
Proyectar
Asumir
Bajar
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En el pádel argentino, el 2009 que termina ha sido un año de plena actividad. Las distintas asociaciones y organizadores produjeron una cantidad de torneos quizás inédita. Llámese APA, APP, FAP, ACCP o asociaciones locales, la bola de fuego creció exponencialmente y hubo opciones para todos. Bien por eso.
Pero una vez más, como casi siempre, todo termina sísmicamente. Mucho nervio, mucho enojo. Enfrentamientos, acusaciones e intereses cruzados que casi impiden ver un horizonte claro. Una pelea hoy puede tener que ver con una cuestión política de fondo o con una pelota que picó (o no) sobre la base del alambre. Lo mismo da. Como en el tango Cambalache de Discépolo, todo se mezcla bajo la sombrilla de los Estados Alterados y es común por estos días ver reproducciones idénticas de conflictos diferentes en distintos ámbitos. Todos manoseáus.
El problema no es el disenso, sino la forma en la que se lo trata (o mejor dicho, se lo maltrata). Cambalache. Lo mismo da una diferencia económica entre dos actores comerciales, una pelota con opiniones divididas, la presidencia de una asociación, un me apuntaste al pecho no te apunté sí, me apuntaste te voy a matar que me vas a matar si yo te mato primero a vos, un me tocó en la cancha de afuera, o en la de adentro, o mirá contra quienes me pusiste, o que cobrás, referí. O lo que sea. La biblia y el calefón.
Estados alterados. Un volcán a punto de explotar que si finalmente se da el gusto, nos llevará a todos en su río de lava como el Vesubio, todos con la paletita con agujeros enredada en la muñeca, tratando de remar. Quizás queden pocos cartuchos. Quizás no haya infinitas oportunidades de reconstruir. Quizás sea la hora de bajar un cambio para no morir en el intento. Habrá que cocinar una gran sopa de Tilo para todos y sentarse a esperar que la gran ola termine de arrasar. Quizás sea el momento de pensar dos veces las cosas. Antes de hablar. Antes de actuar. Antes de volver a cometer los mismos errores históricos que ya cometieron otros.
Algunos recordarán que todo vale en el arte de la guerra, según Maquiavelo, según Sun Tzu. Pero muchachos, les tenemos una noticia: esto no es una guerra. Es un grupete de personas tratando de divertirse pegándole a una pelotita. Algunos haciendo de eso su espacio lúdico, otros volcando su vocación deportiva, otros realizando su actividad comercial. No deja de ser un grupo de gente grande alrededor de un juego en el que hay que pegarle a una pelotita con una paleta, de la mejor manera que a uno le salga.
No, no vale todo. Ni es una guerra. Si pensamos eso estamos acabados, y más nos vale imaginarnos ya remando en el río de lava que nos llevará quién sabe donde cuando nuestro propio ataque de nervios haga estallar el volcán.
Felices fiestas para todos y que el 2010 nos encuentre unidos o.....en fin, que al menos nos encuentre. |